El pasado 15 de mayo, Petit Club Champs celebró su segunda edición bajo el nombre “Chez Naná”, en un escenario cargado de historia y arte: la residencia de la artista plástica y viuda del icónico Rogelio Polesello. El encuentro combinó arte contemporáneo, lujo, poder, sofisticación y una curaduría impecable en cada detalle, consolidando su reputación como el primer y único Club de Champagne de Argentina.
La experiencia, pensada como una inmersión sensorial y cultural, dejó en claro que la exclusividad no es un concepto abstracto, sino un sello distintivo del evento fundado por el empresario, politólogo y escritor Robert William Garcia. Su visión trasciende lo social: se trata de un club intimista donde cada nombre invitado es cuidadosamente seleccionado, generando una atmósfera mágica de conexiones genuinas, ideas y alto impacto.
“La edición Chez Naná fue una unión perfecta entre arte y legado. Elegimos como champagne oficial a Veuve Clicquot en homenaje a Barbe-Nicole Clicquot Ponsardin, quien llevó adelante el imperio de su marido tras enviudar. De la misma forma, esta edición honró a Naná Gallardo Polesello, quien expandió la obra de su esposo y se convirtió también en una figura clave del arte argentino. La conexión entre ambas viudas, que convirtieron el duelo en grandeza, fue el corazón de esta velada”, expresó Robert William Garcia, Fundador y Presidente de Petit Club Champs.
Pero el lujo no se quedó solo en la simbología. La noche también celebró la presencia del espumante francés Veuve du Vernay, traído a la Argentina por el empresario Gerardo Bonetti, quien desde hace casi cinco años posiciona la marca en eventos de prestigio. Un maridaje perfecto para una noche donde cada brindis tuvo peso simbólico y estético.
La experiencia fue elevada aún más por el lounge de Todo Puros, presidido por Javier Santamaría, que ofreció a los asistentes la posibilidad de armonizar habanos de altísima calidad con champagne, una combinación poco común que se convirtió en uno de los highlights de la noche. A esto se sumó la propuesta gastronómica de Caramelo Catering, bajo la supervisión del chef Rubén Caramelo, quien ofreció una presentación digna de las grandes fiestas de castillos franceses, sin perder su toque contemporáneo.
La atmósfera musical fue tan cuidadosa como el resto de la producción: un set exclusivo de DJ ROSSELLI dio forma al ambiente sonoro, acompañado por la voz hipnótica de Zeta Katzman, quien interpretó clásicos en francés, portugués, inglés y español, envolviendo al público en un clima elegante y multicultural.
Como si todo esto no bastara, la noche también fue escenario de un doble lanzamiento. Por un lado, el perfume RWG – Robert William Garcia, una fragancia personalizada desarrollada por el bioquímico Agustín Melazo, quien explicó:
“Crear un perfume que refleje la esencia de Robert fue un verdadero desafío. Quise transmitir no solo su elegancia, sino también la energía y el espíritu de Petit Club Champs”.
Además del perfume, se presentó el home spray oficial de Petit Club Champs, una fragancia de ambiente que extiende la identidad sensorial del club hacia el universo cotidiano, permitiendo llevar su sofisticación y carácter distintivo a los espacios más íntimos.
Detrás de esta experiencia inolvidable estuvo Yuri Nehuen, diseñador destacado y actual Director Creativo de Petit Club Champs, quien lideró durante más de un mes el proceso de conceptualización y puesta en escena de esta edición.
“Desde el día siguiente a la primera edición, ya comenzamos a construir la siguiente. Hoy, con la devolución del público, confirmamos que logramos el objetivo. Y ya estamos trabajando en lo que se viene: Mendoza, en junio”, reveló Yuri.
La producción general corrió a cargo de Black World Studio, que sorprendió por su capacidad de transformar espacios con una logística de nivel cinematográfico, mientras que Ceû Agency se ocupó de la comunicación, aportando su expertise en branding de lujo y eventos de primer nivel.
“Lo que esta edición deja claro es que lo mejor aún está por venir”, concluyó Robert William Garcia.